Atardeceres grises sobre un rojo marchito de recuerdos sin amapolas
En la penumbra, las palabras buscan un dueño que las nombre
En el camino, las pisadas van delineando su hilera.
Rojo de nube sobre tierra de yesos tantas veces forjada con los fragmentos perdidos del alma
En el horizonte no se posa la sombra del destino
Y en la mirada, los restos del pecio sin bandera se sumergen, sin remedio, en la arena
Caerán los brazos agotados
Y la música rodará ladera abajo: desdibujada.
Mil años de silencios vendrán a ahondar sus puntales en la tierra
Y, sin saberlo, sostendrán un nuevo nacimiento bajo el gris de mis atardeceres rojos.
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aimlessgrey
Un viaje sin destino entre la niebla de la vida
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En la penumbra, las palabras buscan un dueño que las nombre
Me encantó de principio a fin. Un saludo
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Muchas gracias, Vicente. Un saludo 🙂
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A ti. Tiene mucho y bueno tu poema. Mi enhorabuena.
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